¿Por qué no logro volver a mi peso? Esa es la pregunta que se hace la mayoría de la gente que desea mantener, además de un cuerpo saludable, una imagen deseable de sí mismo. Las respuestas que solemos escuchar son: no tengo voluntad frente a la comida, me cuesta hacer ejercicio o simplemente tengo poco tiempo.
Sin embargo, desde la clínica cuando analizamos las razones concretas de porqué unos bajan espléndidamente y otros fracasan constantemente hallamos que aquellos que no lo logran suelen ser víctimas de factores que estropean sus mejores esfuerzos. Vamos a verlos aquí uno por uno.
Tener una actitud de corto plazo.
De todas las verdades de esta lista, lo que más predice el fracaso es cuando un paciente no logra abandonar una actitud cortoplacista que en el fondo esconde la resistencia al cambio. Justamente, parte de la solución es comprender que las dietas de moda duran lo que dura la voluntad de cada persona, algo que en la práctica ronda entre las dos semanas y los dos meses.
Quienes no afrontan la pérdida de peso con una actitud a largo plazo suelen perder tres kilos -o más- en los primeros quince días para luego tener un rebote al darse cuenta que no continúan bajando. Esto se da con mayor frecuencia cuando la gente se embarca en dietas de moda sumamente restrictivas que prometen rápidas pérdidas de peso.
Cuando hablamos de bajar de peso por lo general tanto las "dietas milagrosas" como las "pastillas mágicas", o comprometen la salud o no están a la altura de lo que prometen. Si echamos una mirada a las historias exitosas vemos que en la práctica la mayoría de esa gente consigue mejores resultados con una dieta balanceada que incluye una variedad de comidas (con incluso algunos permitidos).
Tener una mentalidad todo o nada.
Muchas personas que se apegan a una actitud a cortoplacista también padecen la mentalidad "todo o nada".
La respuesta adecuada a esta mentalidad de “todo o nada” es darse cuenta cuando uno está siendo demasiado estricto y entonces -contra intuitivamente- bajar el tono a la dieta por unos días aumentando un poco las calorías sin romper del todo la dieta para poder jugar el juego a largo plazo.
Falta de apoyo social.
Quien ha encarado alguna vez una dieta sabe que las reuniones o salidas sociales pueden ser un problema. Los comentarios inocentes -y no tanto- suelen estar a la orden del día, y así como muchos brindan su apoyo, no faltan los que recurren al sarcasmo infantil. Comentarios del tipo "¿Seguro que no vas a comer ningún postre?" o, cargado de sarcasmo, "Si sabía que estabas a dieta hacía sólo ensalada".
No es divertido ser ridiculizado por las cosas que a uno le importan, por lo que para evitar el trance a menudo se cae en la trampa de comer para no desentonar. Es por eso que tener un apoyo social positivo es clave si queremos bajar de peso a largo plazo. Sin este apoyo la persona puede sentirse sola y boicoteada.
Al comenzar el programa de reducción de peso charle de manera franca con sus amigos, familiares y pareja al respecto. Déjeles en claro que no tienen que cambiar sus hábitos alimenticios por usted, pero tampoco deben burlarse o minimizar su empeño. Al fin de cuentas es una cuestión de salud. Y no olvide agradecer a quien le brinda apoyo en su esfuerzo.
Creer que se puede comer de más ya que el ejercicio lo resolverá todo.
El ejercicio definitivamente debería ser parte de su enfoque general para la bajar de peso porque está comprobado que ayuda a perder peso (sin mencionar su larga lista de otros beneficios para la salud), pero es difícil perder peso sólo con el ejercicio. Muchas personas sobrestiman la cantidad de calorías que pueden quemar con sus entrenamientos; las cuales probablemente sean muchas menos de lo que piensan.
Por ejemplo, una persona puede gastar 300 calorías durante un entrenamiento intenso. Pero también puede cancelar fácilmente ese esfuerzo si no presta atención a su dieta. La cantidad exacta de calorías que se quema durante el ejercicio depende de muchos factores, incluido su peso actual, la intensidad de la actividad, la duración del entrenamiento, su edad y la composición de su cuerpo.
Además, concentrarse de manera preponderante en el ejercicio puede conducir a un ciclo destructivo de hacer ejercicio adicional para quemar las calorías que incorporó con los desarreglos. Sea como fuere, adoptar este enfoque puede llevarlo a tener una relación tensa con la comida y el ejercicio, cuyo resultado puede ser el estancamiento de la pérdida de peso.
Claro está, toda regla tiene su excepción. Algunas personas, como aquellas que han pasado años aumentando la masa muscular, pueden comer muchos alimentos ricos en calorías y no aumentar de peso. Sin embargo incluso si puede comer lo que quiera y luego perder peso, eso no significa que sea saludable para usted.
Una dieta rica en frutas, verduras, grasas saludables, proteínas magras y algunos granos integrales le servirá mejor en términos de pérdida de peso sostenible y salud. Si lo combina con una rutina de ejercicio constante, seguramente va a conseguir mantenerse bien cuando haya alcanzado su peso ideal.
Creer que las vitaminas y suplementos pueden remplazar a una dieta saludable.
Uno no quiere ser portador de malas noticias, pero los suplementos para quemar grasa no harán el trabajo por usted. Si bien ciertos suplementos pueden ayudarlo a alcanzar sus objetivos de pérdida de peso, debe trabajar para que sus suplementos funcionen.
Por otra parte, por razones de salud, este tipo de agregados debería a priori ser evaluado por su médico, no sea cosa que el atajo que proponen termine originando un problema innecesario. Los más jóvenes suelen sobredimensionar los beneficios de los suplementos y minimizar el riesgo.
Lo cierto es que no hay evidencia que estos suplementos eviten la cuestión de fondo: uno debe gastar más calorías de las que consume.
La falta de sueño de calidad, el estrés y la sobrecarga laboral te están jugando en contra.
Te despiertas motivado y listo para aprovechar el día. Tienes planes para ir al gimnasio después del trabajo. Tu cena saludable está preparada y te está esperando en la heladera.
La verdad es que la nutrición y el ejercicio son sólo dos aspectos de lo que necesitas para alcanzar tu peso ideal.
Lic. Pablo Kodric
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